TOY STORY 2:
Esta secuela de la primera película ahora muestra la travesía de los juguetes por salvar a Woody, quien por accidente se encuentra en medio de una venta de garaje y se topa con un alguien que lo quiere comprar a toda costa. La madre de Andy no quiso vender a Woody bajo ningún concepto a este individuo. Buzz Lightyear a lo lejos observa que el coleccionista era un almacenista de juguetes compulsivo, el cual, a pesar de la negativa de la madre de Andy, se roba a Woody, llevándolo a su apartamento donde se encuentra con otros juguetes de colección. Amaderado se sorprendió que su valor como pieza de juguete era alta, porque pertenecía a una colección fallida titulada "El Rodeo de Woody". En este lugar, Woody conoce a Jessie y su fiel caballo Tiro al Blanco. Al ahora se sentía más que satisfecho con la presencia de Woody en su almacén, porque así podría completar su franquicia "El Rodeo de Woody" y venderla.
Para su desdicha, el otro brazo quebrado de Woody se rompe (ya que al inicio su brazo ya se había roto). Al no se dio por vencido y como medida de desesperación, contrató los servicios de un anciano para reparar el brazo. Jessie recalca a Woody sobre la importancia de su permanencia en el almacén de Al, por lo que recomienda quedarse. Ella le cuenta de su historia, como su relación con su dueña Emily, hasta el día que fue vendida a Al, quien la encerró por mucho tiempo en una caja. Pete, el capataz, trató de convencer a Woody de no regresar a casa, porque tarde o temprano sería abandonado por su dueño cuando éste crezca y se haga adolescente.
Buzz y sus amigos pudieron regresar a la casa antes que el niño lo hiciera de su campamento. Cada uno de ellos esperaba con ansias el retorno de su entrañable dueño. Andy quedó encantado con Jessie, su nueva adquisición junto a Tiro al Blanco.
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